La ruta de los transbordadores

La Ruta que presentamos es prácticamente desconocida y buena parte ha sido realizada tras investigaciones y entrevistas. Descubrirás mediante una serie de paneles únicos los desconocidos lugares relacionados con el primer invento de Leonardo Torres Quevedo: el transbordador.

 

Está  marcada con estos colores:   y distintos paneles informativos se distribuyen por el camino.

 

Visita nuestra Ruta de los transbordadores y, entre otras cosas, conocerás

Historia

la vida del inventor en su valle natal con una novedosa perspectiva local.

Naturaleza

Pasea por los paisajes de bosque, prados, ríos y montañas que sirvieron de inspiración a Leonardo a crear su primer invento.

Técnica

La ubicación desconocida hasta ahora de la estación inferior del transbordador de Portolín.

Curiosidades

Recreaciones únicas mediante dibujos de los lugares hoy perdidos donde creó y ensayó el transbordador de Portolín.

Curiosidades

Se incluyen testimonios orales desconocidos recogidos en el valle sobre Leonardo y su vida en Iguña.

Una visita guiada sorprendente

 En la visita guiada te sumerges en los recuerdos y la historia de cómo Leonardo Torres Quevedo se convirtió en inventor. Y qué mejor lugar para hacerlo que alrededor de los olvidados lugares reales donde ocurrió.

Duración. 2 horas

Sin dificultad. Un suave recorrido de cuatro kilómetros.

Adaptada tanto para niños como para mayores.

                              

Recorrido guiado

El itinerario guiado permite conocer la vida personal del inventor en el valle de Iguña, desde su nacimiento hasta su matrimonio.

Y además pasearemos por los escenarios reales donde diseñó, probó y patentó su primera innovación, descubriendo paso a paso, en una visita adaptada a todas las edades, cómo lo hizo.

Ruta circular de cuatro kilómetros.

Inicio:  Panel 2: la casa de Doña Jimena. (Coordenadas: 43.141927551172444, -4.037771569079689)

Tus fotos y opiniones

  Ruta apta para todos los públicos, ideal incluso con niños pequeños, fácil, genial y segura

Una espléndida mañana disfrutando de la naturaleza y de un montón de anécdotas de Leonardo Torres Quevedo de la mano de buen guía  

Merece la pena respirar la caminata a la vez que escuchar sin prisa a Daniel que nos traslada a finales del siglo XIX

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